Hugh Jackman vive su momento dorado. Además de ser uno de los hombres más atractivos y carismáticos del momento, el actor, que no deja de cosechar éxitos con sus últimas producciones y le llueven las ofertas, presume de ser ante todo un orgulloso padre y esposo. Así lo demostró en el momento de plasmar sus huellas en el teatro chino de Hollywood, al que asistió rodeado de toda su familia.
El popular Lobezno de la última película de la saga X-Men se divirtió de lo lindo durante el evento en el que, emocionado por plasmar sus huellas junto a la de leyendas del cine, se fundió en un beso con su esposa, Deborra-Lee Furness, lanzó en volandas a su hija, Ava Eliot, de tres años y medio, y bromeó con su hijo, Oscar Maximillian, que está a punto de cumplir nueve años el próximo 15 de mayo.
"Tengo que decirles que este bloque de cemento me ha dado dos momentos de mi vida que nunca imaginé", señaló entusiasmado. Y es que además de estar junto a astros del cine como Marilyn Monroe, Humphrey Bogart y Bette Davis en la antesala al teatro Grauman, está justo al lado del teatro Kodak, donde en febrero de este año el actor actuó como presentador de la 81ª edición de los Oscar. "Tras los Oscar se me han abierto muchas puertas y me está llegando gran cantidad de ofertas, muchas de ellas inimaginables hasta ahora". El director Baz Luhrmann se declaró uno de los impresionados por la actuación de Jackman en los premios de la Academia, y afirmó que él también estaría interesado en dirigir un musical con Jackman encabezando el elenco. Al margen de estos comentarios, Hugh ha confirmado que piensa producir y protagonizar una nueva adaptación cinematográfica del musical Carousel, llevado por primera vez a la gran pantalla en 1956 por Henry King.